¡Hola! ¿Cómo andan? En esta entrada me gustaría proponerles
que ejercitemos la dicción.
La dicción es la forma de emplear las palabras para formar oraciones, ya sea de manera oral o escrita. Es importante porque ayuda a comunicarnos y expresarnos mejor. Cuando cantamos, nos ayuda a transmitir el texto de la canción.
Voy a dejarles un cuento para que lean. Después de que
conozcan la historia, quisiera que la lean en voz alta. Pueden aprovechar para
contar la historia a alguien en casa.
Luego de esto, la idea es que
identifiquemos las vocales de las palabras y leamos en voz alta sólo las
vocales. Notaremos que así, las palabras parecieran no tener ningún sentido.
Les propongo que tratemos de darle la acentuación que le corresponde a cada
vocal, según la palabra que estemos diciendo para tratar de darles sentido.Entonces leemos sólo las vocales pero tratando de respetar la “melodía” de cada palabra.
Por ejemplo si leo CALESITA, digo AEÍA.
Pueden ir trabajando por oraciones. Si
se fijan, van a notar que la posición de la boca cambia según la vocal que
estamos diciendo. Exagerar el gesto de cada vocal cuando hablamos, ayuda a
mejorar la pronunciación.
Les dejo el cuento
¡Saludos!
Con mucho ritmo. De Azucena Zarzuela
Pronto
sería la graduación de la escuela. Cada grupo de
alumnos había preparado un baile para despedir el curso delante de sus
familias. Habían ensayado mucho e, incluso, habían diseñado un divertido
vestuario de colores brillantes.
Las jirafas,
aunque algo patosas por sus largas extremidades, habían conseguido preparar un
hip hop con mucho ritmo. Habían dedicado muchas horas a ensayar pero siempre
acaban liadas y enredadas. Cuando la canción acabó había auténticos nudos con
tantas patas y largos cuellos. Pero a ellas les dio la risa y reconocían
habérselo pasado muy bien sobre el escenario. Mientras sus amigas las ardillas
las desenredaban las jirafas agradecían los aplausos.
Era
el turno de las mariposas. Habían
elegido un elegante baile clásico. Gracias a su concentración para dominar sus
elegantes alas, un duro entrenamiento en flexibilidad y a su coordinación y
ritmo musical hicieron piruetas y sobrios saltos con los que se ganaron la
admiración del público. Estuvieron brillantes y majestuosas.
Los hipopótamos eligieron
un rock & roll. Daba la sensación de que el escenario se les quedaba
pequeño y cada vez que daban un salto parecía que la tierra se iba a abrir y
hundir. Totalmente desinhibidos los hipopótamos giraban y giraban haciendo
levantar al público de sus butacas. Sin duda, el número acabo siendo un rotundo
éxito.
Las gacelas se
decantaron por un vals, mientras que los leones prefirieron
llevar a escena una pieza de country. Los cocodrilos, que habían
ensayado en secreto, optaron por una danza árabe para homenajear a sus colegas
del río Nilo. Poco a poco se fueron quitando los velos que lanzaron al público
con mucho tino. Y los monos, que habían sido
los más indecisos a la hora de elegir su estilo musical, representaron un
divertido cha-cha-cha donde no faltaron las maracas.
Todos
bailaron y se lo pasaron muy bien guardando en su memoria un bonito recuerdo de
su graduación. Y es que, la música no sólo
amansa a las fieras, también les divierte.
Hola profe leeimos el cuento se lo conte a mi familia y nos reimos intentando decir las vocales y lo intentamos muchas veces y lo pudimos hacer gracias x hacernos reir
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